Entre las provincias de Álava y Burgos, al NW de las mismas, se extiende una pronunciada cicatriz de más de 25 km de largo que supone la frontera perfecta entre la vertiente cantábrica y la meseta castellana, es la Sierra Salvada, llamada a veces Gorobel.
La altitud media de la Meseta Central oscila entre los 600 y 700 m, pero en las crestas más altas de Sierra Salvada se alcanzan los 1100 m para después caer casi en vertical a los valles de Aiara y Délica, ya en la vertiente cantábrica, de apenas 300 m de altitud.
Se trata desde luego de un paraje singular que esconde numerosos puntos de interés para el visitante, incluido en la Zona de Especial Protección para las Aves ZEPA.
Tologorri
Quizá la montaña más espectacular de toda la Sierra Salvada sea el Tologorri de 1073 m de altura, llamado también Iturrigorri por la fuente de agua que mana cerca de su cima.
En el vídeo podemos seguir el ascenso típico a esta montaña a través de la llamada senda negra. Una vez en la cima, a 1073 m de altitud, desde el Tologorri se pueden divisar los ya citados valles de Aiara y Délica, el enclave completo de Orduña, y numerosas montañas vascas que ya hemos tratado, como los Montes de Ordunte, el Macizo de Ganecogorta, la sierra de Aizkorri, o el Parque Natural de Gorbea.
El recorrido total de este ascenso es de 4 km.
Conviene señalar no obstante, que la montaña más elevada de Sierra Salvada no es el Tologorri, sino el Eskutxi, ya en territorio alavés, y que mide 1180 m. Otra montaña importante es el Ungino, de 1099 m.
El monumento natural del Monte Santiago
En la zona más oriental de Sierra Salvada se declaró por parte de la Junta de Castilla-León el monumento natural del Monte Santiago, una porción de meseta castellana que abarca un área comprendida entre el monte Txarlazo y el salto del Nervión, a ambos lados del célebre puerto de montaña de Orduña, famoso por albergar numerosas pruebas ciclistas.
Ubicado íntegramente en Burgos, el área protegida tiene una altura media de 900 m y ofrece excelentes condiciones para el senderismo, pues apenas existen pendientes orográficas. Su singular subsuelo y su ubicación justo en la cresta oriental de Sierra Salvada ofrecen al visitante estampas paisajísticas realmente bellas.
La virgen de La Antigua
El puerto de Orduña divide al Monte Santiago en dos mitades. La mitad W apenas tiene atractivos, exceptuando por supuesto a la virgen de La Antigua, situada en la cima del monte Txarlazo a 933 m de altitud y cuyo sendero viene marcado por la línea amarilla en el mapa. Se trata de un monumento de 25 m de altura construido y erigido en 1903 que por la noche se ilumina con luz artificial. Claudio Durán y Ventosa se encargó de esculpirlo a cambio de 150.000 pesetas.
Se dice que desde la virgen de La Antigua se divisan 42 pueblos de 5 provincias: Vizcaya, Álava, Burgos, La Rioja y Guipúzcoa. De hecho, la propia virgen supone el punto triple fronterizo entre Álava, Burgos y el enclave vizcaíno de Orduña.
Muy cercana a este motivo religioso, hay que citar la montaña de Flaideburu (cabeza de fraile en euskera), llamado así por su característica forma, y que mide 853 m de altitud, un espolón rocoso dentro de Sierra Salvada, poblado casi siempre por una numerosa comunidad de buitres.
Las loberas de Santiago
Los lobos, antaño numerosos en este lugar, causaban graves daños en los rebaños de vacas y ovejas de los lugareños, y por ello se organizaban periódicamente batidas para mantener a raya las poblaciones de este carnívoro que tanta mala fama se ha ganado en España, reputación ésta que lo ha llevado al borde de la extinción.
Los burgaleses del N construyeron unas estructuras llamadas loberas, que consistían en dos muros de piedra altos que se estrechaban más y más para acabar en un profundo foso. Los pastores espantaban a los lobos haciendo sonar una especie de tambores, guiándolos así hacia las loberas y acorralándoles finalmente en los fosos, donde eran apedreados hasta su muerte.
Hoy en día esta práctica ya no se lleva a cabo, pero en el Monte Santiago aún podemos visitar una de estas antiguas loberas perfectamente restaurada.
El hayedo acidófilo y las dolinas kársticas
La entrada principal al Monte Santiago se realiza desde el puerto de Orduña (A-2625) tomando la desviación hacia el W. Tras atravesar un amplio terreno dominado por matorrales y monte bajo, nos adentramos en un frondoso hayedo sobre un suelo rocoso y calizo, que las continuas filtraciones de agua han ido erosionando y ocasionado amplias y profundas dolinas o hundimientos del terreno. Esas dolinas están cubiertas permanentemente por un gran manto de hojarasca, dando como resultado un paisaje singular donde el marrón del suelo contrasta con el blanco de la piedra y el verde de las hayas y musgos. En el mapa se propone un interesante recorrido circular marcado en línea violeta que discurre a través de esos hayedos, y permite acceder a las excelentes vistas del salto del Nervión y el mirador de Santiago.
Las filtraciones de agua a través del karst no solo han provocado estas dolinas, sino que además en algunos lugares puntuales se han formado profundas cuevas húmedas, que son hogar de una importante comunidad de murciélagos.
La comunidad de anfibios en las zonas húmedas
Siguiendo dentro del hayedo del Monte Santiago, hay que subrayar la gran importancia que tiene en este área protegida la comunidad de anfibios que se desarrolla en las zonas húmedas y encharcadas. La naturaleza del suelo ha posibilitado la formación de pequeñas charcas que consiguen mantenerse con agua durante casi todo el año, en parte debido a la construcción de una estructura justo en el surgimiento del río Nervión que consigue mantener el nivel freático del agua.
Tanto en estas charcas como en el propio río se ha desarrollado una numerosa población de anfibios, consistente en varias especies de ranas, tritones y salamandras.
El salto del Nervión
Ya fuera de los límites del Monte Santiago, y dentro del enclave vizcaíno de Orduña, se encuentra el valle de Délica, surcado y moldeado por el curso alto del río Nervión, que nace precisamente en el Monte Santiago, desde donde cae en forma de una espectacular cascada de 400 m de altura.
Esta cascada solo mantiene su cauce en invierno, cuando las precipitaciones son abundantes, el resto del año permanece casi seca.
El espectáculo de ver caer el agua desde tanta altura se puede disfrutar desde unos miradores especialmente construidos en el mismo borde del barranco, donde también encontraremos un palen informativo de las aves rapaces que viven en el entorno.
En el vídeo se muestra el recorrido del curso alto del Nervión antes de alcanzar la gran cascada en la cresta de la misma Sierra Salvada, otra extraordinaria excursión que brinda la posibilidad de caminar en torno al este cauce fluvial, y del que disfrutaremos de la calidad paisajística de sus bosques de ribera y sus aguas puras y claras, en contraste con las aguas turbias y contaminadas que tendrá en su desembocadura tras atravesar el Gran Bilbao.
La cascada San Miguel / Peña Angulo
En el extremo Oeste de Sierra Salvada encontramos otro gran salto de agua que bien merece la pena visitarlo: la cascada Angulo, que nace de las surgencias y filtraciones kársticas que convergen en la cueva San Miguel el Viejo.
Como vemos en el mapa hacia el Oeste, se puede ascender en coche el puerto de Peña Angulo e iniciar un suave itinerario marcado en línea verde, pudiendo visitar tanto la cueva como la cascada. También se puede continuar el camino principal hacia el Este hasta encontrarnos con unas antiguas loberas que los lugareños utilizaban para apedrear y matar los lobos que acosaban los rebaños de ovejas y vacas.
El recorrido total de este ascenso es de 4 km.
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| Unguino y Eskutxi nevados |
Conviene señalar no obstante, que la montaña más elevada de Sierra Salvada no es el Tologorri, sino el Eskutxi, ya en territorio alavés, y que mide 1180 m. Otra montaña importante es el Ungino, de 1099 m.
El monumento natural del Monte Santiago
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| El hayedo del E del parque, con su frondosa alfombra de hojarasca |
En la zona más oriental de Sierra Salvada se declaró por parte de la Junta de Castilla-León el monumento natural del Monte Santiago, una porción de meseta castellana que abarca un área comprendida entre el monte Txarlazo y el salto del Nervión, a ambos lados del célebre puerto de montaña de Orduña, famoso por albergar numerosas pruebas ciclistas.
Ubicado íntegramente en Burgos, el área protegida tiene una altura media de 900 m y ofrece excelentes condiciones para el senderismo, pues apenas existen pendientes orográficas. Su singular subsuelo y su ubicación justo en la cresta oriental de Sierra Salvada ofrecen al visitante estampas paisajísticas realmente bellas.
La virgen de La Antigua
El puerto de Orduña divide al Monte Santiago en dos mitades. La mitad W apenas tiene atractivos, exceptuando por supuesto a la virgen de La Antigua, situada en la cima del monte Txarlazo a 933 m de altitud y cuyo sendero viene marcado por la línea amarilla en el mapa. Se trata de un monumento de 25 m de altura construido y erigido en 1903 que por la noche se ilumina con luz artificial. Claudio Durán y Ventosa se encargó de esculpirlo a cambio de 150.000 pesetas.
Se dice que desde la virgen de La Antigua se divisan 42 pueblos de 5 provincias: Vizcaya, Álava, Burgos, La Rioja y Guipúzcoa. De hecho, la propia virgen supone el punto triple fronterizo entre Álava, Burgos y el enclave vizcaíno de Orduña.
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| El espolón de Fraideburu (853 m) |
Muy cercana a este motivo religioso, hay que citar la montaña de Flaideburu (cabeza de fraile en euskera), llamado así por su característica forma, y que mide 853 m de altitud, un espolón rocoso dentro de Sierra Salvada, poblado casi siempre por una numerosa comunidad de buitres.
Las loberas de Santiago
Los lobos, antaño numerosos en este lugar, causaban graves daños en los rebaños de vacas y ovejas de los lugareños, y por ello se organizaban periódicamente batidas para mantener a raya las poblaciones de este carnívoro que tanta mala fama se ha ganado en España, reputación ésta que lo ha llevado al borde de la extinción.
Los burgaleses del N construyeron unas estructuras llamadas loberas, que consistían en dos muros de piedra altos que se estrechaban más y más para acabar en un profundo foso. Los pastores espantaban a los lobos haciendo sonar una especie de tambores, guiándolos así hacia las loberas y acorralándoles finalmente en los fosos, donde eran apedreados hasta su muerte.
Hoy en día esta práctica ya no se lleva a cabo, pero en el Monte Santiago aún podemos visitar una de estas antiguas loberas perfectamente restaurada.
El hayedo acidófilo y las dolinas kársticas
La entrada principal al Monte Santiago se realiza desde el puerto de Orduña (A-2625) tomando la desviación hacia el W. Tras atravesar un amplio terreno dominado por matorrales y monte bajo, nos adentramos en un frondoso hayedo sobre un suelo rocoso y calizo, que las continuas filtraciones de agua han ido erosionando y ocasionado amplias y profundas dolinas o hundimientos del terreno. Esas dolinas están cubiertas permanentemente por un gran manto de hojarasca, dando como resultado un paisaje singular donde el marrón del suelo contrasta con el blanco de la piedra y el verde de las hayas y musgos. En el mapa se propone un interesante recorrido circular marcado en línea violeta que discurre a través de esos hayedos, y permite acceder a las excelentes vistas del salto del Nervión y el mirador de Santiago.
La comunidad de anfibios en las zonas húmedas
Siguiendo dentro del hayedo del Monte Santiago, hay que subrayar la gran importancia que tiene en este área protegida la comunidad de anfibios que se desarrolla en las zonas húmedas y encharcadas. La naturaleza del suelo ha posibilitado la formación de pequeñas charcas que consiguen mantenerse con agua durante casi todo el año, en parte debido a la construcción de una estructura justo en el surgimiento del río Nervión que consigue mantener el nivel freático del agua.Tanto en estas charcas como en el propio río se ha desarrollado una numerosa población de anfibios, consistente en varias especies de ranas, tritones y salamandras.
El salto del Nervión
Ya fuera de los límites del Monte Santiago, y dentro del enclave vizcaíno de Orduña, se encuentra el valle de Délica, surcado y moldeado por el curso alto del río Nervión, que nace precisamente en el Monte Santiago, desde donde cae en forma de una espectacular cascada de 400 m de altura.
Esta cascada solo mantiene su cauce en invierno, cuando las precipitaciones son abundantes, el resto del año permanece casi seca.
El espectáculo de ver caer el agua desde tanta altura se puede disfrutar desde unos miradores especialmente construidos en el mismo borde del barranco, donde también encontraremos un palen informativo de las aves rapaces que viven en el entorno.
La cascada San Miguel / Peña Angulo
En el extremo Oeste de Sierra Salvada encontramos otro gran salto de agua que bien merece la pena visitarlo: la cascada Angulo, que nace de las surgencias y filtraciones kársticas que convergen en la cueva San Miguel el Viejo.









1 comentario:
Me ha parecido un trabajo extraordinario. Lenguaje sencillo,datos muy precisos y suficientemente breves para no cansarr. Fotografía muy cuidada. La verdad que para los que nos gusta la naturaleza muy útil para conocer nuestro entorno. Y para los que se acerquen por primera vez al Norte muy atractivo. Seguiré con atención tu blog.
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